sábado, 31 de julio de 2010

Jean-Marie Simon: La voz a través de la imagen


Con su cámara logro captar los rostros desconocidos de aquella guerra catalogada de baja intensidad que aun dejan secuelas profundas en nuestra sociedad. Jean-Marie Simon logro como periodista lo que pocos pudieron hacer, dejar pruebas perennes del rostro oscuro de la guerra, la cual muestra en su libro Guatemala: Eterna primavera, Eterna tiranía, en su nueva edición en español. Su valentía y compromiso social le valieron estar en los lugares más recónditos de nuestro país en los ochenta. Es difícil describir las imágenes ya que ellas hablan por si solas y nos muestran el lado más oscuro de nuestro país.

Fotografiando el sufrimiento

En el reportaje de Paola Hurtado publicado en El Periódico el 19 de octubre de 2008, Hurtado apunta: “Jean-Marie fotografió los campamentos de la Organización Revolucionaria del Pueblo en Armas (ORPA) y participó en el documental de un grupo de finlandeses que filmó cómo se reporteaban los horrores del conflicto en Guatemala. La cinta Deadline Guatemala es una de las más reveladoras de lo que pasaba en Guatemala en los ochenta y fue testigo de la bomba que soltó un “boina verde” estadounidense, entrevistado en la Escuela Politécnica, cuando les explicó sin remilgos que su trabajo era enseñar la contrainsurgencia al Ejército guatemalteco (desde 1977 Estados Unidos le tenía suspendida la ayuda militar a Guatemala). Sus declaraciones aparecieron en la portada del diario estadounidense The Washington Post”.

En el reportaje P. Hurtado le pregunta a J.M Simon sobre ¿Fue la mejor o la peor época para ser fotógrafo en Guatemala? “Jean-Marie medita su respuesta, “si te interesan los horrores fue una buena época. Pero yo nunca me propuse hacer una vida fotografiando las miserias de la gente, solo me involucré y quise presentar fielmente lo que pasaba”, dice. “Siempre creí que esas fotos no ayudaban a nadie. Entiendo que pueden tener un valor histórico, pero cuando veía a la gente tan pobre y dolida pensaba: ¿en qué les va a ayudar esto?”.

Pruebas de un horror

“Impresiona cómo las fotografías de Jean-Marie, referidas al campo, recogen el idealizado entorno natural de Guatemala con la presencia de los campamentos militares, los patrulleros de autodefensa civil y los ejes de la paulatina repartición de la tierra, las riquezas, los pueblos y las personas. Asimismo, le dan la cara a los inicios de las principales causas de los desplazamientos masivos hacia otros territorios y, por supuesto, a la desarticulación de ciertas culturas”. Señaló Rosina Cazali, critica de arte, en el suplemento El Acordeón del 20 de Junio de 2010.

“Al vivir una guerra que dejó un saldo de 200 mil personas muertas o desaparecidas, y que actualmente vive la superación de esa realidad estadística, la relación entre fotografía y cuerpo, ha adquirido un rol imprescindible en el análisis de la representación del dolor propio y ajeno”. Puntualizó la experta.

Testiga de la verdad

En su columna Miguel Ángel Albizures (21-06-10) dice: “Posiblemente los dinos lleguen a ver de reojo tu exposición o más de uno compre el libro, pero lo más seguro es que quieran sacar sus garras porque tienen miedo que se les recuerde el pasado tenebroso que nos hicieron vivir, porque como tu dices “Guatemala ha sido nación de presos, pero también es una de sobrevivientes”.

Y prosigue Albizures en palabras de J. M Simon y “quizá –las fotografías– su máximo valor, es que no mienten, y ofrecen la posibilidad de reflejar sobre lo que fue y lo que no debiera volver a suceder”. “Eso es lo que esperamos y por eso buscamos la verdad y la justicia, para que nunca más vuelvan a suceder semejantes hechos de los que tú, Jean Marie fuiste testiga”. Concluyó el columnista.

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