Quédate conmigo
esta tarde
para siempre,
amor mío.
Luego podrás
marcharte.
Hacia donde te empujen
las olas
de la vida;
hacia donde quieran volar
las alondras fluviales
de tu dulce cabello.
Pero antes,
quédate en el fondo
de mis ojos,
en la pupila del alma!
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